Testimonio de Efrén Ticona sobre la matanza en el penal de Lurigancho:
------------------------------------------------------------------------------------------------
No se crea que aquí hago apología al senderismo. Lamentablemente, algunas personas confunden el defender los derechos humanos con militar en un movimiento subersivo. La vida humana fluye por encima de cualquier ideología. El respeto de la misma no nos hace asesinos. El arrebatar la vida a un asesino, nos hace unos sínicos desalmados.
Esta desnuda cobardía pretenderá siempre cubrirse con las telas de la legítima defensa o fines tan encumbrados como "la defensa del país". Lo cierto es que, senderistas o no, fueron asesinados como ganado enfermo. A nosotros, como humanos, no nos corresponde ser los jueces de las propias debilidades humanas.
"La matanza había comenzado y todos estábamos echados, boca abajo. Yo no veía bien el panorama, no podía levantar la cabeza. Tampoco sabía si estraban matando a todos. Sin embargo, pude ver a mi lado izquierdo unos tres policías fusilando y por el derecho otros tres haciendo lo mismo. (...) Y los policías hablaban entre ellos todo el tiempo. Por ejemplo, se preguntaban: "Éste está calientito, ¿no?". Y ¡pum!, se escuchaban dos o tres tiros. O: "Mira, éste se mueve", y ¡pum!, ¡pum!, otros dos tiros. A veces dudaban: "Éste está vivo. ¡Hey!, responde por tu nombre. ¿ Cómo te llamas ?" O: "Mira, mira, éste respira". Y ¡pum! (...)
No puedo describi lo que sentía. ¿Yo, vivo? ¿Es un sueño? Tenía a un muerto pegado a mí, sentía su sangre.
No puedo describi lo que sentía. ¿Yo, vivo? ¿Es un sueño? Tenía a un muerto pegado a mí, sentía su sangre.
------------------------------------------------------------------------------------------------
¡"A sangre fría"!. Thruman Capote eligió ese título para su obra maestra sobre una inexplicable matanza de una famlia a manos de dos ex convictos. ¿Qué título hubiece empleado si hubiera sabido de lo que Efrén cuenta?
No se crea que aquí hago apología al senderismo. Lamentablemente, algunas personas confunden el defender los derechos humanos con militar en un movimiento subersivo. La vida humana fluye por encima de cualquier ideología. El respeto de la misma no nos hace asesinos. El arrebatar la vida a un asesino, nos hace unos sínicos desalmados.
Definitivamente el argumento militar es "matar o morir". En el ardid del combate, hay un tácito acuerdo donde ambos bandos (supuestamente) pelan en igualdad de condiciones y asumen el riesgo de morir en la lucha. Poner un arma sobre la cabeza de un ser humano rendido en el piso y apretar el gatillo está fuera de lo permisible en este "juego". Eso es cobardía pura y desnuda.
Esta desnuda cobardía pretenderá siempre cubrirse con las telas de la legítima defensa o fines tan encumbrados como "la defensa del país". Lo cierto es que, senderistas o no, fueron asesinados como ganado enfermo. A nosotros, como humanos, no nos corresponde ser los jueces de las propias debilidades humanas.
José Barreto B.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio