UNA COMUNIDAD, UN ACTOR, UNA REVUELTA, UN RECUERDO
la desaparición del jefe Asháninka ALEJANDRO CALDERÓN
Una demostración típica de lo que sucede cuando el estado no es fuerte ni comprometido; cuando la sociedad civil no es un actor principal en la película de un país, es lo que sucedió cuando el MRTA "ajustició" al dirigente asháninka Alejandro Calderón allá por el año (1989). En aquel momento el cruce de memorias e interpretaciones del Perú, de lo bueno y lo malo para él, colisionaron por el simple hecho de que jamás hubo cohesión entre ellas: no son parte de una "memoria feliz".
"La Comisión de la Verdad y Reconciliación ha establecido que el ciudadano Alejandro Calderón
Chávez, líder de la comunidades asháninka, fue secuestrado por miembros del MRTA el 8 de
diciembre de 1989, sin que hasta la fecha se haya podido determinar su paradero. Como consecuencia
de este hecho, se organizó el"Ejército Asháninka", dirigido por Alcides Calderón, hijo y sucesor de
Alejandro Calderón, el cual emprendió, entre enero y mayo de 1990, una campaña contra presuntos
miembros del MRTA que incluyó un escalamiento de la violencia en las poblaciones de Puerto
Bermúdez y Ciudad Constitución."
1era memoria: MRTA.
Desde las páginas del semanario "CAMBIO", su vocero oficioso, el MRTA reivindicó la autoría del plagio y difundió una justificación para el crimen: aparentemente, Calderón había colaborado con el Ejército en 1965, cuando este perseguía a los últimos combatientes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que operaban en Oxapampa. Veinticuatro años después, el MRTA, que se consideraba una continuación histórica del MIR, definió la colaboración de Calderón como una traición a la causa revolucionaria y decidió castigarla con la muerte.
Desde las páginas del semanario "CAMBIO", su vocero oficioso, el MRTA reivindicó la autoría del plagio y difundió una justificación para el crimen: aparentemente, Calderón había colaborado con el Ejército en 1965, cuando este perseguía a los últimos combatientes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que operaban en Oxapampa. Veinticuatro años después, el MRTA, que se consideraba una continuación histórica del MIR, definió la colaboración de Calderón como una traición a la causa revolucionaria y decidió castigarla con la muerte.
2da memoria: Alcides Calderón y las comunidades Asháninkas
Dos móviles actuaron en el proceder de las comunidades: El convencimiento de que ellos (y no el estado) eran los únicos llamados a resolver ese altercado. El estado no era un garante de la seguridad y el cumplimiento de la legalidad; y la paranoia contra los colonos quienes se verían beneficiados con las tierras de las comunidades si estas no ajusticiaban a los miembros del MRTA quienes con su accionar debilitaban el control de las tierras por parte de las comunidades.
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RESULTADO:
Injustificable accionar por parte de las comunidades campesinas con extrema crueldad emprendidas por el "Ejército Asháninka" de Oxapampa, que incluyeron numerosos asesinatos, la reducción a la servidumbre de numerosas personas y un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos de los colonos.
Injustificable accionar por parte de las comunidades campesinas con extrema crueldad emprendidas por el "Ejército Asháninka" de Oxapampa, que incluyeron numerosos asesinatos, la reducción a la servidumbre de numerosas personas y un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos de los colonos.
... Hoy en día, la memoria es la siguiente ...
http://www.archive.org/details/MemoriaYAshaninkas
JOSE BARRETO
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