SIMPLEMENTE CONSUELO:
Respeto, una persona que luche tan fervientemente por algo que cree como
lo hizo ella sólo merece mi respeto.
José: Tú que eres Ayacuchana de nacimiento, quizá por el tema de la edad no lo relaciones tanto pero, ¿cómo sientes tú que recuerda la gente al mencionar a Edith Lagos?
Consuelo: En Ayacucho se la recuerda como una joven valiente que alzó su voz contra el estado que se mantenía indiferente ante la situación paupérrima en la que se encontraba no sólo Ayacucho, sino también otros sectores del Perú. Se la recuerda por las múltiples leyendas urbanas en torno a su muerte, justamente porque es importante. Es alguien que se mantiene vivo en el ideario de los pobladores. Te podría decir que es tanta la influencia que existe un colegio con su nombre y donde todos los lunes se canta el himno “con la mano izquierda”.
José: A los 17 años, los jóvenes muchas veces nos ensimismamos en nosotros mismos, nuestras inquietudes, etc. Cómo tú explicas que, una chica de tan corta edad pudiera acoger en sí una ideología tan gruesa y que esta a su vez, fuera acogida por la mayoría quienes ahora confiaban en “Una mujer de 17 años”.
Consuelo: Para comenzar, el lugar está muy alejado del poder central. Abandonados, soslayados, ignorados. Todo ello fue el caldo de cultivo del accionar Senderista. Pueblos que no tenían de donde asir sus pedidos y hacerlos llegar a Lima era casi imposible, hizo lo que nadie se atrevió a hacer, eso generó que a su muerte se convirtiera prácticamente en “la Sarita colonia” de Ayacucho. El tema este de la mujer, sólo por el hecho de ser mujer se le excluía; ahora daba la casualidad que la mayoría de personajes claves dentro de la organización del partido, eran mujeres.
José ¿Y cómo es esta experiencia, para ti, de “ser mujer” en Ayacucho?
Consuelo: no te puedo decir porque vengo de un colegio medio acomodado, pero te puedo contar cómo se sentía mi abuela, abuelo procesador, compro a su abuela comerciante y de allí viene mi madre.
José: “patalea y sigue pataleando”, el estado sobre el papel ofrece a sus pobladores la posibilidad de reclamar y mostrarse al país. Esto no se cumple a cabalidad. ¿Sigue siendo esto un caldo de cultivo latente?
Consuelo: Pues te diré que mientras haya descontento con el estado, siempre habrá sectores que reclamen algo. Sendero fue uno de ellos, la diferencia fue que ellos no fueron un sector, sino que en aquel entonces, su voz representaba a muchos peruanos. No voy a dar nombres pero, hace no mucho tiempo, una amiga me invitó para participar en un grupo de poesía, el cual resultó ser un grupo dónde se conmemoraba la muerte de senderistas “ilustres”. Eran alumnos de San Marcos, Villareal, etc. En ese momento me sentí tan ignorante y poco conciente de que, en mis narices, una vez más “la lucha” se esté gestando.
José: ¿como TU recuerdas a Edith? ... ¿te viene a la mente sendero? ¿Terrorismo? O ¿le tienes cierto respeto?
Consuelo: Cierto respeto. A esa edad no podemos asumir que una joven haya hecho lo q hizo (participar del partido Sendero Luminoso) porque quería llegar al poder. Esta joven empezó “su lucha” porque fue LA LUCHA de todos sus “hermanos” en su pueblo. Es por ello que es tan recordada. Yo si me creo su lucha, desnuda y sin pretensiones. Ella sí quiso promover un cambio. Lamentablemente el único discurso que se presentó fue el de Sendero. Respeto, una persona que luche tan fervientemente por algo que cree como lo hizo ella sólo merece mi respeto.
----------------------------------------------------------------------------------------------Indiferencia, exclusión, auto represión, odio y revolución. La cadena parte con INDIFERENCIA. Esta entrevista fue realizada a una alumna de la Facultad de Comunicaciones. Ella es Ayacuchana y me pareció interesante recoger su testimonio como alguien que se encuentra en la barrera de los “países” (como decidimos llamar a nuestras realidades en un intento de consensuar la pluralidad de realidades étnicas y culturales). Un joven a los 17 años no piensa en la lucha armada, un joven a los 17 años en teoría ve expectante el futuro, pero ¿qué pasa si este joven es condenado a no tener sueños? Edith Lagos fue una de muchas jóvenes que no se resignó a no tener futuro que, en un intento desesperado, recurrió quizá a la vía menos idónea pero ERA LA ÚNICA QUE SE PRESENTÓ. Son palabras gruesas las que de lo que digo podrían interpretarse. Yo no hago apología a una “Terruquita”, yo ensalzo la situación en la que una joven de 17 años fue llevada al límite de escoger la vía que escogió. Compatriotas, ¿ustedes tienen una idea de lo que aquí ocurrió? ¿Creen en realidad que con “plazas de la memoria” como la de nuestro campus (PUCP) estamos aportando en algo a la inclusión, reconocimiento y concienciación? No soy un pesimista, pero existe una gran abulia por encontrar aquel “hilo conductor” que concatene los retazos de nuestra “nación”. Esa búsqueda muchas veces se hace eterna por aquellos que tapan el rabo de paja que los involucran e inculcan la filosofía del “amnésico irresponsable” en cada una de las mentes de las actuales generaciones. ¡No caigamos en lo mismo! No hay Reconciliación sin Recuerdo; No hay país sin Nación; No hay nación sin inclusión.
Gracias Consuelo.